Ángel Cacique: Venezuela en el laberinto. Entre la dura realidad y la fantasía
¿Cómo lograr ser un país moderno, inteligente, sustentable, ecológico y competitivo? ¿Qué hacer superada la pandemia, para combatir la inflación y las malas políticas públicas en Venezuela?
Venezuela ha suscrito todos los convenios propuestos para mejorar la calidad del aire, proteger el planeta común, combatir el sobrecalentamiento global, defender la biodiversidad, en el discurso, en la legislación vigente y lo más importante, en el consenso nación se está comprometida a defender la amazonia y preservar para el futuro las fuentes de agua tan abundantes en nuestro país. A pesar de ser una nación fundamentalmente petrolera, el acuerdo nacional es suscribir las tesis de cero carbono y desarrollar modelos de energías limpias, (Eólica, Solar, combustibles verdes) y, combatir la erosión y destrucción de los bosques (prohibir la tala y la quema, atacar la deforestación y desertificación del país). Todos los sectores nacionales propugnan la masificación del uso del gas para el consumo público y privado, amplificar el desarrollo de la energía hidroeléctrica como fuentes primarias para hogares e industria, por supuesto manteniendo tarifas competitivas en la región.
En el discurso Venezuela siempre ha estado a la vanguardia en todos los aspectos habidos y por haber, es aspiración general que seamos el país de la máxima felicidad, con los mejores estándares de vida y desarrollo, con la menor incidencia de Covid-19 y disponer de los mejores sistemas médico-asistenciales-sanitarios (lograr la Vacunación masiva, la inmunidad de rebaño), se sueña con alcanzar, compartir niveles de crecimiento y desarrollo similares a Suecia, Alemania, China, EEUU, Inglaterra, Japón entre otros y, ahora se aspira el privilegio de estar entre los países del mundo que eliminan el dinero en efectivo y pasan la totalidad de las transacciones comerciales a medios digitales, se intenta transformarnos en la vanguardia en el uso de las criptomonedas y colocarnos a la cabeza de la investigación y desarrollo científico y tecnológico en el mundo, contar con una banca desarrollada, solvente, altamente sofisticada y avanzada y, con los Venezolanos detentando los mejores salarios del mundo y, por supuesto disfrutar adicionalmente de amplias políticas de seguridad social.
Venezuela tiene actualmente el parque automotor más viejo de América Latina, pero apuesta a la modernización y actualización del sistema público de transporte subterráneo y superficial, dotarnos de excelentes y masivas vías férreas (trenes, teleféricos y sistemas metros cubriendo toda la superficie nacional y, los entornos urbanos que, se atienden todas las regiones, en el corto plazo, con trenes de alta velocidad que reducirán las distancias y trayectos entre las principales ciudades y regiones a viajes menores de una hora, se desea el desarrollo de un sistema de transporte aéreo y marítimo sin parangón y colocarnos a la cabeza del transporte público y privado en el continente; la modernidad, seguridad y comodidad en aeropuertos, puertos, terminales, viajes y recorridos serán la envidia mundial.
Los vehículos híbridos, eléctricos, autónomos recorrerán con profusión toda la geografía nacional, como en Suecia y Japón, y la reactivación económica del país nos colocara, en la época post pandemia, a la vanguardia del desarrollo en América Latina. La inflación estará derrotada y tendremos el mejor sistema educativo del mundo. Volveremos a ser el país del retorno, todos aquellos venezolanos que emigraron, regresan a borbotones, volveremos a ser el país más atractivo para el turismo y cientos de personas en el mundo competirán por obtener la visa venezolano y poder venir a invertir y residenciarse en el país. Por supuesto seremos la nación con la mayor y mejor institucionalidad democrática en el mundo.
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