Nuevas y mejores
formas de inversión y negocios. Economía en crisis y Post pandemia.
La Banca de 3era
Generación. Una opción inteligente para enfrentar la desigualdad y la pobreza.
Caracas 01/03/2021.- La economía a nivel mundial, en América
Latina y en especial en Venezuela venía ya ralentizada, con restricciones
de flujo de caja y con muchos problemas antes del surgimiento de la pandemia
del Covid-19: recesión, inflación, desigualdad, aumento de los niveles de
pobreza, de la conflictividad social y política se venían expresando
exponencialmente. Los problemas ambientales y climáticos; los efectos del
sobrecalentamiento del planeta se manifiestan cada vez con mayor magnitud. La
sobrepoblación, la destrucción y la degradación del medio ambiente, la robotización,
la desinversión en la educación, en la formación del talento humano y los
desniveles de desarrollo, multiplican las brechas.
La búsqueda de las
soluciones inteligentes, científicas, creativas, tecnológicas, culturales,
educativas, sociales que el siglo XXI requiere, demanda de nuevas y crecientes
inversiones, del desarrollo de modelos ganar-ganar, de nuevas formas de
financiamiento, de nuevos esquemas y nuevas alternativas, de visiones
diferentes de los esquemas crediticios y bancarios. El modelo actual hace que
las deudas (intereses) se incrementan exponencialmente, mientras los ingresos y
el desarrollo de muchos países disminuyen en proporción geométrica. Esto
ocurre, porque las dificultades y disimilitudes en ellos se hacen cada vez más
grandes, el éxodo desesperado de los sectores más formados (fuga de cerebros)
en grandes contingentes desde los países más pobres, hacia los más ricos se
incrementa y acrecienta los problemas.
Para algunos, las
soluciones a los múltiples problemas que confrontamos, pasan por construir
opciones fuera de nuestro limitado planeta común y, en consecuencia, están
planeado cómo lograr desarrollos de vida humana inteligente, a largo plazo, en
otros lugares del universo. Para la mayoría se trata de buscar y encontrar las
respuestas, dentro de lo posible, en nuestro propio planeta. Ciertamente, las
dificultades son crecientes y hasta ahora, a lo largo de nuestra evolución
histórica, no las hemos encontrado satisfactoriamente. Afortunadamente, muchos
de los ismos, fundamentalismos, mecanismos de control genético, de control
social y los modelos totalitarios que surgieron como alternativas de
solución en el pasado, han demostrado poca pertinencia, por negadores de la
libertad e inoperancia.
El devenir humano se
debate entre la perfección y la imperfección absoluta; parece no reconocer la
existencia de términos medios y, la lucha entre los que buscan una mayor
organización, inteligencia y desarrollo, versus los que propugnan sólo
intereses de corto plazo para obtener resultados en su propio beneficio,
obviando una visión integral y sistémica, promueven la anarquía y el máximo
desorden. Esta batalla civilizatoria, parece estar siendo ganada por los que
actúan con máximo egoísmo, practicando la especulación y la usura, pero siempre
tenemos la esperanza de ganarla.
No se trata sólo de
problemas éticos, de la lucha de los buenos contra los malos; la magnitud de
los problemas que confrontamos, la imposibilidad de desatar los nudos gordianos
que atenazan el desarrollo económico en el mundo, nos obliga a buscar y
encontrar otros caminos de solución. La pobreza y la desigualdad no
desaparecerán por arte de magia. Las soluciones tecnológicas y científicas,
evidentemente ayudarán, pero no son la panacea.
La unión de los
mejores talentos, investigadores y científicos, logró en un plazo perentorio
desarrollar, luego de cuantiosas inversiones y muchos fracasos, varias
alternativas de vacunas para enfrentar la pandemia del Covid-19, pero la
magnitud de las inversiones realizadas para elaborarlas, requiere de
muchos países el desembolso de recursos con los que tal vez ellos no cuentan
(disimetría estructural), a pesar de que algunos, con gobiernos serios,
quisieran utilizarlas.
Ciertamente, en muchos
de esos países brutalmente empobrecidos, la naturaleza cruel y corrupta de los
regímenes que nos desgobiernan, profundizan la desigualdad y tal vez, no les
interesa que los problemas se resuelvan, qué formas parlamentarias de mejor y
mayor democracia se desarrollen en ellos, mientras el autoritarismo y el
control social, son la única garantía de su permanencia en el poder. No les
interesa que se alcancen y desarrollen mecanismos de libertad, competencia,
calidad y mercado. El objetivo superlativo de lograr un mejor planeta común,
implica que dichas dificultades puedan ser superadas.
La sustitución del
patrón Oro por el patrón petróleo-dólar en épocas en que se propugnan
sociedades cero carbonos, sustentables, que operan con mecanismos inteligentes,
sociedades globalizadas, humanamente desarrolladas, implica la revisión y
sustitución de los mecanismos de funcionamiento de la banca, del crédito y de
las inversiones que se requieren para impulsar los cambios necesarios.
Necesitamos la reformulación de los actuales esquema para lograr nuevas opciones
de crecimiento y desarrollo, mejores oportunidades de vida y mecanismos más
eficientes de gerencia, comercialización y producción.
El especialista en
economía, Dr. Luis Mata Mollejas, ha acuñado el concepto de Banca de 3era
generación, para introducir variantes interesantes, que complementan la visión
de la propuesta de banca islámica y propugna nuevos modelos de enfocar la
intermediación financiera para resolver las enormes contradicciones y
debilidades que genera el actual modelo económico. Ciertamente, en Venezuela se
requiere de imprescindibles ajustes, urgentes cambios políticos, pero es vital
abordar el modelo de desarrollo económico a implementar y avizorar de manera
urgente nuevos esquemas de financiamiento y de intermediación bancaria.
Dr. en Economía
Luis Mata Mollejas. 04149185775
Dr. Enrique Fermín.
O4123271970.
Angel Cacique. @angelcacique. 04241685307. caciquecatia@gmail.com.
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