PESTES, GUERRAS, VIRUS CON CORONA Y ALGO MÁS
Dr. Enrique Fermín M.
Caracas.- 21/03/2020.
En la historia de la humanidad
han existido episodios de distinta índole con gran repercusión en la memoria
colectiva, generalmente asociados con hechos de crueldad y/o la muerte de un
significativo número de seres humanos, en un determinado período de tiempo, que
se acompañan de relevancia psicológica, producto de lo sorpresivo, del trauma
económico-social y de la difusión propagandística relacionados con el hecho en
cuestión. Asistimos a un encuentro rutinario con la pobreza, la injusticia, la
discriminación, la muerte por inanición, por guerras prolongadas de bajo
perfil, motivadas por principios étnicos, religiosos, económicos o
geopolíticos, sin que nuestra psiquis se vea trastocada en forma significativa.
Un evento histórico hito, de
carácter negativo, debe cumplir con al menos cuatro premisas: singularidad en
el tiempo, trastorno significativo de la actividad económica y social de las
personas, globalización del evento y pérdida importante de vidas humanas. Es el
caso de las denominadas Guerras Mundiales, con 10 a 31 millones de muertos en
la primera y alrededor de 80 millones en la segunda. Del mismo tenor, puede
considerarse la peste bubónica, que en dos siglos de recurrencia cobró la vida
de unos 50 millones de personas. Otro tanto puede decirse la llamada Gripe
Española.
Todos son eventos conocidos y
recordados por su profundo efecto traumático en la humanidad. A partir de
diciembre 2019, el mundo se enfrenta a una nueva pandemia: la COVID-19. LA
PESTE BUBONICA: el segundo brote de peste bubónica, conocido como La Muerte
Negra tuvo lugar en el año 1346 (DC) en la ciudad de Caffa (actualmente
Fedosia) ubicada en la península de Crimea. El ejército mongol, procedente de
las estepas de su territorio, donde la peste tenía carácter endémico, sitiaba
la ciudad. Algunas crónicas afirman que los guerreros mongoles, quienes se
encontraban azotados por la enfermedad, cargaron sus catapultas con los
cadáveres de los muertos por ésta y los lanzaron contra sus adversarios,
mercaderes genoveses, que se encontraban a resguardo en la ciudad. Una especie
de guerra bacteriológica, que provocó la huída de éstos, con sus barcos, hacia
la ciudad de Mesina, en el sur de Italia, desde donde la epidemia se extendió
al resto del continente europeo.
Un ejemplo de la confluencia de
elementos biológicos, económicos, políticos y militares en el origen y
propagación de una enfermedad. Un sustrato biológico como la zoonosis o la
existencia de un vector como la pulga de la rata en el caso de la peste
bubónica, se convertirá en un hecho pandémico catastrófico, si se inserta en el
contexto del movimiento territorial de grandes contingentes humanos que se
interrelacionan, a través de la guerra, el comercio o por ambos.
2 En cuanto a la repercusión de
la peste bubónica en la Edad Media, algunos autores creen “que la sociedad se
volvió más violenta debido a que la mortalidad en masa disminuyó la calidad de
vida, incrementó la guerra, el crimen, la revuelta popular y las olas de
flagelante, así como la persecución de los judíos.”
1 LA GRIPE ESPAÑOLA: debida a un
brote de influenza por virus A, del tipo H1N1, se inició en marzo de 1918 en
Fort Riley, Kansas, Estados Unidos de Norteamérica y se propagó a otras
naciones del mundo gracias al envío de combatientes norteamericanos hacia el
frente de guerra en Europa, durante la primera guerra mundial. Esta pandemia
debe su nombre al hecho de que la misma ocupó una mayor atención en la prensa
española de la época, debido a que España no se encontraba involucrada en el
conflicto de la Primera Guerra Mundial y por tanto, no se censuró la
información sobre la enfermedad. En diciembre de 1917 14 campamentos militares
estadunidenses se encontraban afectados por la gripe, incluso constatándose 12
muertos en octubre de ese año, 50 muertes en Camp Pick, en noviembre y 172
muertes en ya se habían constatado 12 muertos en octubre de 1917, en Camp
Beauregart 50 muertes en noviembre y 172 muertes en Camp Bowwie en noviembre.
Fue la llamada oleada heraldo.
2 Como todo evento en el mundo
real, que está influenciado por múltiples factores, en el caso de la Gripe
Española uno de carácter político-militar será determinante: el presidente
estadunidense Woodrow Wilson consultó con el general Peyton C. March, jefe del
estado mayor desde mayo de 1918, si deberían suspender los envíos de tropas a
Europa para no propagar la epidemia, pero March le indicó que una noticia así
podía perjudicar mucho la marcha en el frente al saber al enterarse los
alemanes de los problemas en las filas de su enemigo. Por esta razón, Wilson no
detuvo el envío de tropas.
3 Esta pandemia, a la cual se le
atribuye la muerte de entre 10 a 40 millones de personas, se superpone con otro
hito histórico: la primera guerra mundial (28 de julio de 1914 – 11 de
noviembre de 1918) de tal manera que existe un “área gris” en cuanto a las
muertes atribuibles a la gripe o a la guerra en sí misma. Ejemplo de ello es
que en mayo de 1918 el ejército alemán suspendió la ofensiva en el frente,
debido a que tenía un millón de soldados enfermos.
LA PANDEMIA COVID 19: ocasionada
por el beta coronavirus SARS-CoV-2, bautizada con el nombre de COVID-19
(Coronavirus Infection Disease 2019) su inicio se ubica en la ciudad de Wuhan,
capital de la provincia de Hubei, con el primer caso identificado el 1 de
diciembre de 2019, probablemente precedido de “casos heraldos” no identificados
como tales antes de esa fecha. Wuhan es la ciudad más poblada de la zona
central de China. Con una población aproximada de 11 millones de habitantes es
considerada su centro económico, político, financiero, comercial, cultural y
educativo.
Cuenta con tres zonas de
desarrollo nacional, cuatro parques de desarrollo científico y tecnológico, más
de 350 institutos de investigación, 1656 empresas de alta tecnología,
inversiones de 230 empresas Fortune Global 500, es decir, incluidas en el
escalafón de las primeras 500 empresas de todo el mundo. Hay 35 instituciones 3
de educación superior, una zona franca establecida en el año 2000 y una Base
Nacional de Bioempresas. Su aeropuerto es el más congestionado de la China
Central y con la construcción de su terminal número 2 se aspira a que alrededor
de 12.2 millones de pasajeros pasaran a través del mismo cada año. Según la
Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) a mediados de 2020 China
podría superar a EEUU en cuanto al tráfico aéreo, pudiendo en el 2037 registrar
alrededor de 1.600 millones de viajes en avión al año.
Todos estos rasgos sustantivos
hacen de Wuhan en particular y de China en general un centro idóneo para la
diseminación de una pandemia, debido no a la pulga de un roedor que se
encuentra en los barcos ni a la movilización de ejércitos hacia los frentes de
combate sino al desplazamiento de millones de personas que, con la capacidad
para contaminar a otras, transitan por uno de los países con mayor actividad
industrial, turística y comercial del planeta.
Las primeras descripciones de
coronavirus aislados desde las fosas nasales de pacientes con resfriado común
se remontan a la década de 1960, 4 conociéndose hasta antes de diciembre 2019
seis especies: HCoV-229E, HCoV-OC43, HCoV-NL63, HKU1. Estas cuatro provocan
infecciones leves del tracto respiratorio superior, aunque pueden ocasionar
infecciones graves en la población pediátrica y en adultos de edad avanzada. El
MERS-CoV, causante del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el
SARS-CoV, responsable del Síndrome Respiratorio Agudo y Severo (SARS) son otras
especies de coronavirus con mayor patogenicidad. En diciembre de 2019 emerge el
SARS-CoV-2 como un nuevo patógeno por primera vez en los humanos, capaz de
provocar un Síndrome Respiratorio Agudo Severo.
Una de las características a
resaltar del nuevo coronavirus es su número básico de reproducción (Ro) que se
define como el número de nuevas infecciones generadas por una persona infectada
en una población virgen en cuanto a la infección se refiere. La Organización
Mundial de la Salud (OMS) estima un Ro entre 1.4-2.5, mientras algunos autores
lo han estimado en 3,26 como promedio 5 Un Ro de 1.3, en una cadena de
transmisión de 10 pasos, implicaría 14 personas contagiadas mientras que un Ro
de 3, en el mismo escenario, implicaría 59.049 infectados.
6 Otra característica importante
del SARS-CoV-2 es que el mismo puede transmitirse desde personas asintomáticas,
lo cual dificulta la prevención de su propagación. En diciembre 2019 confluyen
de nuevo factores biológicos, económicos y sociales, propicios para la
aparición de una nueva pandemia: un nuevo patógeno no antes identificado en
humanos, por lo que no existía inmunidad colectiva o de rebaño. Un agente
infeccioso con alta transmisibilidad que emerge en una de las regiones del
planeta con mayor desarrollo industrial y comercial, en el contexto de un mundo
económica y comunicacionalmente globalizado.
Así, entre el 22 de enero de 2020
y el 30 de marzo del mismo año, los casos confirmados con COVID-19 pasan de 555
hasta 782.365, afectando a más de 100 países. 4 Las consecuencias económicas,
sociales y políticas están a la vista: se prevé una ralentización de la
economía mundial de 2-3 puntos porcentuales. Ello implicaría un crecimiento en
China de alrededor de 3.1% en el 2020, un decrecimiento en EEUU de -0.7% y en
Europa de -2.3%. 7 En el período de cuarentena en China se erosionó entre el
20-90% de los principales indicadores sectoriales: tráfico de pasajeros -80%,
ocupación hotelera -90%, ventas minoristas -30%, producción industrial -16%,
venta de automóviles – 66%, son algunos ejemplos de ello.
A la fecha del 21 de marzo de 2020, los nuevos pedidos de subsidio
por desempleo en los Estados Unidos de América ascendieron a 3.3 millones. Se
estima una recesión de la economía norteamericana que podría representar una
caída del 30% en el segundo semestre del 2020, con una recuperación a final de
año, para cerrar con un decrecimiento de -0.7%. Políticamente la COVID-19 ha
impactado más profundamente en Europa y EEUU, debido a la intensa polémica en
torno al manejo de la crisis por los respectivos gobiernos. La laxitud en un
principio para enfrentar la pandemia provocó que la misma se expandiera
rápidamente en países como España, Italia y EEUU. Pudieran presentarse futuras
contradicciones en la Unión Europea, producto del surgimiento de sentimientos
anti unión, debido a que los países menos ricos y más afectados por la pandemia
manifiestan no haber recibido la necesaria solidaridad de los más ricos y menos
afectados. Los resultados finales de la pandemia en EEUU podrán a prueba la
posibilidad de reelección del presidente Trump.
No obstante las perspectivas
anteriores, no es el fin de la humanidad. Esta pandemia emerge en un mundo
radicalmente distinto al de la Edad Media o al de 1918. El conocimiento
científico y el desarrollo tecnológico nos capacitan como humanidad para
enfrentar este reto en mejores condiciones que en el pasado. La existencia y el
desarrollo de nuevos medicamentos, la posibilidad de desarrollar vacunas en
períodos relativamente cortos nos posibilita para mitigar los efectos de la
pandemia. No obstante, ello no es un proceso sin obstáculos y contradicciones.
Algunos aspectos de esta crisis
merecen ser considerados. Uno de ellos es la evidencia de que en el momento de
la más férrea cuarentena en China y Europa y parcialmente en EEUU, la
contaminación ambiental disminuyó sensiblemente, debido a la menor cantidad de
gases emitidos hacia la atmósfera, verificada satelitalmente, producto del
freno de la producción industrial. Se ha constatado la clarificación de las
aguas en los canales de Venecia, con la presencia de aves y abundantes peces y
se ha reportado la aparición de ballenas jorobadas en las aguas del parque
Mochima, en el estado Anzoátegui, Venezuela, durante la cuarentena.
Ello es una prueba de que el
clamor por el diseño, desarrollo e implementación de medidas para proteger a la
naturaleza tiene fundamentación y sentido. La emisión de gases con efecto
invernadero no puede seguir siendo ignorada por los grandes productores de los
mismos. La propuesta de buscar nuevas tecnologías que permitan reducir el
volumen de su emisión no debe seguir siendo desestimada. No se trata de
“apagar” el motor industrial sino 5 de actuar con más racionalidad en función
de la preservación de la naturaleza y de nosotros mismos. Otro aspecto a ser
considerado es la desigualdad social entre las personas y las naciones.
Un evento como la pandemia
COVID-19 golpeará más intensamente a las personas y a los países más
vulnerables. En el caso de la Gripe Española en China murieron alrededor de 30
millones de personas, con una mortalidad de hasta el 40 % en algunas zonas. En
la India Británica fallecieron entre 10 y 17 millones de personas. En EEUU,
donde cerca del 28% de la población padeció la enfermedad, murieron entre
500.000 y 675.000 personas. En el Reino Unido murieron 250.000. La
vulnerabilidad de un determinado país no sólo depende de sus indicadores
económicos.
En la literatura se ha reportado
un Índice de Vulnerabilidad de Enfermedades Infecciosas (IDVI por sus siglas en
inglés) que toma en cuenta siete dominios de análisis: demografía, cuidados de
salud, salud pública, dinámica de la enfermedad, política doméstica, política
internacional y la economía. Basado en ellos, se creó un score del 0 al 1,
estando los países con mayor score con más capacidad para enfrentar una
epidemia. Dicho score puede catalogar a un país con una vulnerabilidad menor de
la que se esperaría basándose sólo en los indicadores económicos.
Lo interesante de un índice como
éste es que destaca la relación entre desarrollo económico, estabilidad
política y vulnerabilidad a la enfermedad. Cabe destacar que el índice se refiere
a la potencial capacidad para enfrentar una epidemia sin que un score alto o
bajo por sí solo garantice el triunfo o el fracaso ante una epidemia, puesto
que otro factor como es la acción política en un momento determinado,
influenciará los resultados obtenidos frente a una epidemia específica.
Es el caso con la actual epidemia
COVID-19, ante la cual países asiáticos como China, Corea del Sur y Singapur
han actuado con diligencia y efectividad, siendo los dos últimos los más
eficientes en cuanto al despistaje y al aislamiento de las personas afectadas,
pudiendo controlar la expansión de la enfermedad, manteniendo un aceptable
nivel de actividad económica. China, que cometió errores en el inicio de la
epidemia, debió pagar las consecuencias de ello con una cuarentena severa en
sus ciudades más importantes, ocasionando una fuerte desaceleración de la
economía.
Los países europeos y EEUU
subestimaron el problema y como consecuencia experimentaron un crecimiento
exponencial en el número de casos, con el consiguiente colapso de los servicios
de atención médica, por lo menos en varias naciones europeas y la necesidad de
aplicar una cuarentena amplia y severa, con las inevitables consecuencias sobre
la actividad económica. Dos meses después del comienzo de la epidemia en Wuhan,
EEUU se ha convertido en el país con más casos en el mundo, con una mortalidad
del 2.05 %, reportada al 01 de abril del 2020, lo cual no se explica como una
función de los casos detectados, habida cuenta que su promedio de pruebas de detección
por millón de habitantes, según datos del 29 de marzo de 2020, fue de 313.6
mientras el de Corea del Sur es de 6.148, con una mortalidad promedio de 1.52 %
y las de España 645.7, con una mortalidad de 8.8 %.
El sistema de salud de EEUU ha
sido desbordado en el estado de Nueva York y a pesar de ser un país con gran
desarrollo económico y tecnológico y sin duda uno de los mejor 6 preparados
para enfrentar la pandemia, ha tenido que emitir directrices de confinamiento
en casi dos tercios de sus estados que involucra a 3 de cada cuatro
norteamericanos, lo que implica alrededor de 245 millones de personas.
8) En cuanto a los países de
América Latina, con esperados índices IDVI menores que los países más
desarrollados, no tienen otra opción que una severa cuarentena social para
intentar paliar la crisis. Sin duda, esto tendrá severas consecuencias
económicas y los colocará una vez más ante la necesidad de endeudarse para
emprender el proceso de recuperación.
La pandemia COVID-19, como toda
tragedia humana, golpeará selectivamente más duramente a los más vulnerables,
tanto a nivel mundial como en cada país en particular. Los más viejos, los peor
nutridos, los menos adinerados, los menos asistidos por la salud pública, serán
los más afectados, no pudiendo medirse el grado de afectación sólo por el
número absoluto de fallecidos sino también por las consecuencias económicas y
sociales, durante y posterior a la pandemia.
Por ello, más allá de la
aspiración de que el mundo sea distinto después de la misma, la realidad es que
ella cambiará poco o nada el actual orden de cosas. Es probable que algunos
políticos a nivel mundial paguen el precio de sus errores ante la crisis pero
ello no cambiará el hecho de que los países más desarrollados serán
favorecidos. Ellos producirán las vacunas y los medicamentos antivirales que
serán masivamente demandados mientras que los poco desarrollados tendrán que
endeudarse para poder adquirirlos. Los más vulnerables serán los peor
posicionados en la post pandemia.
Algunos analistas prevén las
pérdidas en el PIB mundial ocasionadas por la COVID-19, según los escenarios
clasificados como el peor, el moderado y el mejor, en 346.975, 155.948 y 76.693
millones de dólares, respectivamente,
9) lo que, en el mismo orden, en
cuanto a la variación porcentual del PBI mundial, podría ser de -0.4%, -0.18% y
-0.09%. Estiman que en el 2020 habrá una desaceleración económica del 2.4%
respecto al 2.9% de 2019, con un sucesivo crecimiento de 3.3% en 2021. La interrogante
es: ¿cómo se repartirán las cargas y las ganancias inherentes a este proceso
entre los países y entre sus pobladores? Es cuando cobra vigencia el debate
sobre la desigualdad, tal como lo ha sostenido el economista francés Thomas
Piketty
10) ¿Después de la pandemia
COVID-19 los organismos multilaterales, la Organización de Naciones Unidas
(ONU) los distintos Estado Nación, comprenderán que el bienestar de los seres
humanos a nivel global amerita un verdadero concierto entre las naciones,
teniendo como norte la cooperación, la complementariedad y la solidaridad?
¿Entenderán los políticos de turno de los distintos países que deben tener una
conducta deontológica, combatiendo la corrupción, invirtiendo
significativamente en la salud pública, la educación, la ciencia y la
tecnología? ¿Entenderemos cada uno de nosotros que debemos apelar a nuestra
conciencia individual para dar un salto cualitativo hacia adelante como seres
humanos y contribuir al cambio necesario? Esto no sucederá por el simple hecho
de que hoy nos azote, nos asuste o nos intimide una pandemia. Debemos asumirla
como una alerta. Ojalá no perdamos la oportunidad para reflexionar.
El mundo actual es más propenso a
las pandemias. En 11 años se presentaron tres pandemias: SARS (2003) MERS (2012)
EBOLA (2014). Dos de ellas por coronavirus y ahora (2020) la pandemia COVID-19,
ocasionada por el coronavirus SARS-CoV-2. La globalización económica y
comunicacional implica la movilización de gran cantidad de seres humanos. Un
mundo científicamente y económicamente más desarrollado coexiste con un aumento
de las desigualdades sociales y políticas, respecto a las existentes en los 50
años siguientes a la segunda guerra mundial.
El coronavirus llegó para
quedarse entre los humanos. Los países más desarrollados deben contribuir al
bienestar de la humanidad. Las naciones, en concierto, deben hacer el esfuerzo
necesario para acortar la brecha entre los más y los menos favorecidos. Es
necesario garantizar, a través de la OMS el acceso a medicamentos de alto
costo, como vacunas y antivirales para los pueblos de las naciones menos
desarrolladas. Los países menos desarrollados deben tomar conciencia de su gran
responsabilidad.
Están obligados a construir
sociedades auténticamente democráticas, sin corrupción y verdaderamente
eficientes. Para ello, es necesario aumentar significativamente la inversión en
salud pública, educación, cultura, ciencia y tecnología. Es muy importante
practicar la resiliencia para garantizar un mundo más humano y equitativo.
UNION Y PROGRESO ANTE LA
PANDEMIA COVID-19 EN VENEZUELA. https://youtu.be/7qVDBmOQCEo
¿Hay que posponer la vida
por el coronavirus o aprender a "dormir con el enemigo"?. https://youtu.be/sSI7gPaet-s.
contrapunto_vzla. Punto a Favor con el Doctor y
dirigente político Enrique Fermín. https://www.instagram.com/tv/CMNjFG_gLYv/?igshid=192pr75ltrixo.
Enrique Fermín. 04123271970. @EnriqueFerminM1. eferminjose@gmail.com.
Bibliografía:
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K. Cohn, Jr. The Black Death: End of a Paradigm Author. The American
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2) Mata S. Cómo el Ejército americano contagió al mundo la
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https://www.rtve.es/alacarta/audios/documentos-rne/documentos-rne-pandemia-1918-
llamaron-gripe-espanola-09-08-18/4490340/#
4) Farmacéuticos. Consejo General de Colegios Farmacéuticos.
Marzo 2020, pag. 3.
5) J Travel Med. 2020. 27(2):1-4).
6) Ángel Garay. Disedentia.com. COVID-19: La misteriosa
carga viral, 24/03/2020. https://disidentia.com/covid-19-la-misteriosa-carga-viral/
7) Strategy&PWC, 23 de marzo de 2020. https://www.anefhop.com/wpcontent/uploads/2020/03/Strategy-COVID-Lecciones-economicas-desde-China.pdf
8) BBC
News, 01/04/2020. 8
9)
Statista.com. https://es.statista.com/estadisticas/1104858/covid-19-perdidamonetaria-del-pib-mundial-por-escenari/
10) Thomas Piketty. El capital en
el siglo XXI. Fondo de Cultura Económica. 2014.
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