viernes, 19 de marzo de 2021

Enrique Fermín. PESTES, GUERRAS, VIRUS CON CORONA Y ALGO MÁS

 PESTES, GUERRAS, VIRUS CON CORONA Y ALGO MÁS

Dr. Enrique Fermín M.

Caracas.- 21/03/2020.

En la historia de la humanidad han existido episodios de distinta índole con gran repercusión en la memoria colectiva, generalmente asociados con hechos de crueldad y/o la muerte de un significativo número de seres humanos, en un determinado período de tiempo, que se acompañan de relevancia psicológica, producto de lo sorpresivo, del trauma económico-social y de la difusión propagandística relacionados con el hecho en cuestión. Asistimos a un encuentro rutinario con la pobreza, la injusticia, la discriminación, la muerte por inanición, por guerras prolongadas de bajo perfil, motivadas por principios étnicos, religiosos, económicos o geopolíticos, sin que nuestra psiquis se vea trastocada en forma significativa.

Un evento histórico hito, de carácter negativo, debe cumplir con al menos cuatro premisas: singularidad en el tiempo, trastorno significativo de la actividad económica y social de las personas, globalización del evento y pérdida importante de vidas humanas. Es el caso de las denominadas Guerras Mundiales, con 10 a 31 millones de muertos en la primera y alrededor de 80 millones en la segunda. Del mismo tenor, puede considerarse la peste bubónica, que en dos siglos de recurrencia cobró la vida de unos 50 millones de personas. Otro tanto puede decirse la llamada Gripe Española.

Todos son eventos conocidos y recordados por su profundo efecto traumático en la humanidad. A partir de diciembre 2019, el mundo se enfrenta a una nueva pandemia: la COVID-19. LA PESTE BUBONICA: el segundo brote de peste bubónica, conocido como La Muerte Negra tuvo lugar en el año 1346 (DC) en la ciudad de Caffa (actualmente Fedosia) ubicada en la península de Crimea. El ejército mongol, procedente de las estepas de su territorio, donde la peste tenía carácter endémico, sitiaba la ciudad. Algunas crónicas afirman que los guerreros mongoles, quienes se encontraban azotados por la enfermedad, cargaron sus catapultas con los cadáveres de los muertos por ésta y los lanzaron contra sus adversarios, mercaderes genoveses, que se encontraban a resguardo en la ciudad. Una especie de guerra bacteriológica, que provocó la huída de éstos, con sus barcos, hacia la ciudad de Mesina, en el sur de Italia, desde donde la epidemia se extendió al resto del continente europeo.

Un ejemplo de la confluencia de elementos biológicos, económicos, políticos y militares en el origen y propagación de una enfermedad. Un sustrato biológico como la zoonosis o la existencia de un vector como la pulga de la rata en el caso de la peste bubónica, se convertirá en un hecho pandémico catastrófico, si se inserta en el contexto del movimiento territorial de grandes contingentes humanos que se interrelacionan, a través de la guerra, el comercio o por ambos.

2 En cuanto a la repercusión de la peste bubónica en la Edad Media, algunos autores creen “que la sociedad se volvió más violenta debido a que la mortalidad en masa disminuyó la calidad de vida, incrementó la guerra, el crimen, la revuelta popular y las olas de flagelante, así como la persecución de los judíos.”

1 LA GRIPE ESPAÑOLA: debida a un brote de influenza por virus A, del tipo H1N1, se inició en marzo de 1918 en Fort Riley, Kansas, Estados Unidos de Norteamérica y se propagó a otras naciones del mundo gracias al envío de combatientes norteamericanos hacia el frente de guerra en Europa, durante la primera guerra mundial. Esta pandemia debe su nombre al hecho de que la misma ocupó una mayor atención en la prensa española de la época, debido a que España no se encontraba involucrada en el conflicto de la Primera Guerra Mundial y por tanto, no se censuró la información sobre la enfermedad. En diciembre de 1917 14 campamentos militares estadunidenses se encontraban afectados por la gripe, incluso constatándose 12 muertos en octubre de ese año, 50 muertes en Camp Pick, en noviembre y 172 muertes en ya se habían constatado 12 muertos en octubre de 1917, en Camp Beauregart 50 muertes en noviembre y 172 muertes en Camp Bowwie en noviembre. Fue la llamada oleada heraldo.

2 Como todo evento en el mundo real, que está influenciado por múltiples factores, en el caso de la Gripe Española uno de carácter político-militar será determinante: el presidente estadunidense Woodrow Wilson consultó con el general Peyton C. March, jefe del estado mayor desde mayo de 1918, si deberían suspender los envíos de tropas a Europa para no propagar la epidemia, pero March le indicó que una noticia así podía perjudicar mucho la marcha en el frente al saber al enterarse los alemanes de los problemas en las filas de su enemigo. Por esta razón, Wilson no detuvo el envío de tropas.

3 Esta pandemia, a la cual se le atribuye la muerte de entre 10 a 40 millones de personas, se superpone con otro hito histórico: la primera guerra mundial (28 de julio de 1914 – 11 de noviembre de 1918) de tal manera que existe un “área gris” en cuanto a las muertes atribuibles a la gripe o a la guerra en sí misma. Ejemplo de ello es que en mayo de 1918 el ejército alemán suspendió la ofensiva en el frente, debido a que tenía un millón de soldados enfermos.

LA PANDEMIA COVID 19: ocasionada por el beta coronavirus SARS-CoV-2, bautizada con el nombre de COVID-19 (Coronavirus Infection Disease 2019) su inicio se ubica en la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, con el primer caso identificado el 1 de diciembre de 2019, probablemente precedido de “casos heraldos” no identificados como tales antes de esa fecha. Wuhan es la ciudad más poblada de la zona central de China. Con una población aproximada de 11 millones de habitantes es considerada su centro económico, político, financiero, comercial, cultural y educativo.

Cuenta con tres zonas de desarrollo nacional, cuatro parques de desarrollo científico y tecnológico, más de 350 institutos de investigación, 1656 empresas de alta tecnología, inversiones de 230 empresas Fortune Global 500, es decir, incluidas en el escalafón de las primeras 500 empresas de todo el mundo. Hay 35 instituciones 3 de educación superior, una zona franca establecida en el año 2000 y una Base Nacional de Bioempresas. Su aeropuerto es el más congestionado de la China Central y con la construcción de su terminal número 2 se aspira a que alrededor de 12.2 millones de pasajeros pasaran a través del mismo cada año. Según la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) a mediados de 2020 China podría superar a EEUU en cuanto al tráfico aéreo, pudiendo en el 2037 registrar alrededor de 1.600 millones de viajes en avión al año.

Todos estos rasgos sustantivos hacen de Wuhan en particular y de China en general un centro idóneo para la diseminación de una pandemia, debido no a la pulga de un roedor que se encuentra en los barcos ni a la movilización de ejércitos hacia los frentes de combate sino al desplazamiento de millones de personas que, con la capacidad para contaminar a otras, transitan por uno de los países con mayor actividad industrial, turística y comercial del planeta.

Las primeras descripciones de coronavirus aislados desde las fosas nasales de pacientes con resfriado común se remontan a la década de 1960, 4 conociéndose hasta antes de diciembre 2019 seis especies: HCoV-229E, HCoV-OC43, HCoV-NL63, HKU1. Estas cuatro provocan infecciones leves del tracto respiratorio superior, aunque pueden ocasionar infecciones graves en la población pediátrica y en adultos de edad avanzada. El MERS-CoV, causante del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el SARS-CoV, responsable del Síndrome Respiratorio Agudo y Severo (SARS) son otras especies de coronavirus con mayor patogenicidad. En diciembre de 2019 emerge el SARS-CoV-2 como un nuevo patógeno por primera vez en los humanos, capaz de provocar un Síndrome Respiratorio Agudo Severo.

Una de las características a resaltar del nuevo coronavirus es su número básico de reproducción (Ro) que se define como el número de nuevas infecciones generadas por una persona infectada en una población virgen en cuanto a la infección se refiere. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima un Ro entre 1.4-2.5, mientras algunos autores lo han estimado en 3,26 como promedio 5 Un Ro de 1.3, en una cadena de transmisión de 10 pasos, implicaría 14 personas contagiadas mientras que un Ro de 3, en el mismo escenario, implicaría 59.049 infectados.

6 Otra característica importante del SARS-CoV-2 es que el mismo puede transmitirse desde personas asintomáticas, lo cual dificulta la prevención de su propagación. En diciembre 2019 confluyen de nuevo factores biológicos, económicos y sociales, propicios para la aparición de una nueva pandemia: un nuevo patógeno no antes identificado en humanos, por lo que no existía inmunidad colectiva o de rebaño. Un agente infeccioso con alta transmisibilidad que emerge en una de las regiones del planeta con mayor desarrollo industrial y comercial, en el contexto de un mundo económica y comunicacionalmente globalizado.

Así, entre el 22 de enero de 2020 y el 30 de marzo del mismo año, los casos confirmados con COVID-19 pasan de 555 hasta 782.365, afectando a más de 100 países. 4 Las consecuencias económicas, sociales y políticas están a la vista: se prevé una ralentización de la economía mundial de 2-3 puntos porcentuales. Ello implicaría un crecimiento en China de alrededor de 3.1% en el 2020, un decrecimiento en EEUU de -0.7% y en Europa de -2.3%. 7 En el período de cuarentena en China se erosionó entre el 20-90% de los principales indicadores sectoriales: tráfico de pasajeros -80%, ocupación hotelera -90%, ventas minoristas -30%, producción industrial -16%, venta de automóviles – 66%, son algunos ejemplos de ello.

A la fecha del 21 de marzo de 2020, los nuevos pedidos de subsidio por desempleo en los Estados Unidos de América ascendieron a 3.3 millones. Se estima una recesión de la economía norteamericana que podría representar una caída del 30% en el segundo semestre del 2020, con una recuperación a final de año, para cerrar con un decrecimiento de -0.7%. Políticamente la COVID-19 ha impactado más profundamente en Europa y EEUU, debido a la intensa polémica en torno al manejo de la crisis por los respectivos gobiernos. La laxitud en un principio para enfrentar la pandemia provocó que la misma se expandiera rápidamente en países como España, Italia y EEUU. Pudieran presentarse futuras contradicciones en la Unión Europea, producto del surgimiento de sentimientos anti unión, debido a que los países menos ricos y más afectados por la pandemia manifiestan no haber recibido la necesaria solidaridad de los más ricos y menos afectados. Los resultados finales de la pandemia en EEUU podrán a prueba la posibilidad de reelección del presidente Trump.

No obstante las perspectivas anteriores, no es el fin de la humanidad. Esta pandemia emerge en un mundo radicalmente distinto al de la Edad Media o al de 1918. El conocimiento científico y el desarrollo tecnológico nos capacitan como humanidad para enfrentar este reto en mejores condiciones que en el pasado. La existencia y el desarrollo de nuevos medicamentos, la posibilidad de desarrollar vacunas en períodos relativamente cortos nos posibilita para mitigar los efectos de la pandemia. No obstante, ello no es un proceso sin obstáculos y contradicciones.

Algunos aspectos de esta crisis merecen ser considerados. Uno de ellos es la evidencia de que en el momento de la más férrea cuarentena en China y Europa y parcialmente en EEUU, la contaminación ambiental disminuyó sensiblemente, debido a la menor cantidad de gases emitidos hacia la atmósfera, verificada satelitalmente, producto del freno de la producción industrial. Se ha constatado la clarificación de las aguas en los canales de Venecia, con la presencia de aves y abundantes peces y se ha reportado la aparición de ballenas jorobadas en las aguas del parque Mochima, en el estado Anzoátegui, Venezuela, durante la cuarentena.

Ello es una prueba de que el clamor por el diseño, desarrollo e implementación de medidas para proteger a la naturaleza tiene fundamentación y sentido. La emisión de gases con efecto invernadero no puede seguir siendo ignorada por los grandes productores de los mismos. La propuesta de buscar nuevas tecnologías que permitan reducir el volumen de su emisión no debe seguir siendo desestimada. No se trata de “apagar” el motor industrial sino 5 de actuar con más racionalidad en función de la preservación de la naturaleza y de nosotros mismos. Otro aspecto a ser considerado es la desigualdad social entre las personas y las naciones.

Un evento como la pandemia COVID-19 golpeará más intensamente a las personas y a los países más vulnerables. En el caso de la Gripe Española en China murieron alrededor de 30 millones de personas, con una mortalidad de hasta el 40 % en algunas zonas. En la India Británica fallecieron entre 10 y 17 millones de personas. En EEUU, donde cerca del 28% de la población padeció la enfermedad, murieron entre 500.000 y 675.000 personas. En el Reino Unido murieron 250.000. La vulnerabilidad de un determinado país no sólo depende de sus indicadores económicos.

En la literatura se ha reportado un Índice de Vulnerabilidad de Enfermedades Infecciosas (IDVI por sus siglas en inglés) que toma en cuenta siete dominios de análisis: demografía, cuidados de salud, salud pública, dinámica de la enfermedad, política doméstica, política internacional y la economía. Basado en ellos, se creó un score del 0 al 1, estando los países con mayor score con más capacidad para enfrentar una epidemia. Dicho score puede catalogar a un país con una vulnerabilidad menor de la que se esperaría basándose sólo en los indicadores económicos.

Lo interesante de un índice como éste es que destaca la relación entre desarrollo económico, estabilidad política y vulnerabilidad a la enfermedad. Cabe destacar que el índice se refiere a la potencial capacidad para enfrentar una epidemia sin que un score alto o bajo por sí solo garantice el triunfo o el fracaso ante una epidemia, puesto que otro factor como es la acción política en un momento determinado, influenciará los resultados obtenidos frente a una epidemia específica.

Es el caso con la actual epidemia COVID-19, ante la cual países asiáticos como China, Corea del Sur y Singapur han actuado con diligencia y efectividad, siendo los dos últimos los más eficientes en cuanto al despistaje y al aislamiento de las personas afectadas, pudiendo controlar la expansión de la enfermedad, manteniendo un aceptable nivel de actividad económica. China, que cometió errores en el inicio de la epidemia, debió pagar las consecuencias de ello con una cuarentena severa en sus ciudades más importantes, ocasionando una fuerte desaceleración de la economía.

Los países europeos y EEUU subestimaron el problema y como consecuencia experimentaron un crecimiento exponencial en el número de casos, con el consiguiente colapso de los servicios de atención médica, por lo menos en varias naciones europeas y la necesidad de aplicar una cuarentena amplia y severa, con las inevitables consecuencias sobre la actividad económica. Dos meses después del comienzo de la epidemia en Wuhan, EEUU se ha convertido en el país con más casos en el mundo, con una mortalidad del 2.05 %, reportada al 01 de abril del 2020, lo cual no se explica como una función de los casos detectados, habida cuenta que su promedio de pruebas de detección por millón de habitantes, según datos del 29 de marzo de 2020, fue de 313.6 mientras el de Corea del Sur es de 6.148, con una mortalidad promedio de 1.52 % y las de España 645.7, con una mortalidad de 8.8 %.

El sistema de salud de EEUU ha sido desbordado en el estado de Nueva York y a pesar de ser un país con gran desarrollo económico y tecnológico y sin duda uno de los mejor 6 preparados para enfrentar la pandemia, ha tenido que emitir directrices de confinamiento en casi dos tercios de sus estados que involucra a 3 de cada cuatro norteamericanos, lo que implica alrededor de 245 millones de personas.

8) En cuanto a los países de América Latina, con esperados índices IDVI menores que los países más desarrollados, no tienen otra opción que una severa cuarentena social para intentar paliar la crisis. Sin duda, esto tendrá severas consecuencias económicas y los colocará una vez más ante la necesidad de endeudarse para emprender el proceso de recuperación.

La pandemia COVID-19, como toda tragedia humana, golpeará selectivamente más duramente a los más vulnerables, tanto a nivel mundial como en cada país en particular. Los más viejos, los peor nutridos, los menos adinerados, los menos asistidos por la salud pública, serán los más afectados, no pudiendo medirse el grado de afectación sólo por el número absoluto de fallecidos sino también por las consecuencias económicas y sociales, durante y posterior a la pandemia.

Por ello, más allá de la aspiración de que el mundo sea distinto después de la misma, la realidad es que ella cambiará poco o nada el actual orden de cosas. Es probable que algunos políticos a nivel mundial paguen el precio de sus errores ante la crisis pero ello no cambiará el hecho de que los países más desarrollados serán favorecidos. Ellos producirán las vacunas y los medicamentos antivirales que serán masivamente demandados mientras que los poco desarrollados tendrán que endeudarse para poder adquirirlos. Los más vulnerables serán los peor posicionados en la post pandemia.

Algunos analistas prevén las pérdidas en el PIB mundial ocasionadas por la COVID-19, según los escenarios clasificados como el peor, el moderado y el mejor, en 346.975, 155.948 y 76.693 millones de dólares, respectivamente,

9) lo que, en el mismo orden, en cuanto a la variación porcentual del PBI mundial, podría ser de -0.4%, -0.18% y -0.09%. Estiman que en el 2020 habrá una desaceleración económica del 2.4% respecto al 2.9% de 2019, con un sucesivo crecimiento de 3.3% en 2021. La interrogante es: ¿cómo se repartirán las cargas y las ganancias inherentes a este proceso entre los países y entre sus pobladores? Es cuando cobra vigencia el debate sobre la desigualdad, tal como lo ha sostenido el economista francés Thomas Piketty

10) ¿Después de la pandemia COVID-19 los organismos multilaterales, la Organización de Naciones Unidas (ONU) los distintos Estado Nación, comprenderán que el bienestar de los seres humanos a nivel global amerita un verdadero concierto entre las naciones, teniendo como norte la cooperación, la complementariedad y la solidaridad? ¿Entenderán los políticos de turno de los distintos países que deben tener una conducta deontológica, combatiendo la corrupción, invirtiendo significativamente en la salud pública, la educación, la ciencia y la tecnología? ¿Entenderemos cada uno de nosotros que debemos apelar a nuestra conciencia individual para dar un salto cualitativo hacia adelante como seres humanos y contribuir al cambio necesario? Esto no sucederá por el simple hecho de que hoy nos azote, nos asuste o nos intimide una pandemia. Debemos asumirla como una alerta. Ojalá no perdamos la oportunidad para reflexionar.

El mundo actual es más propenso a las pandemias. En 11 años se presentaron tres pandemias: SARS (2003) MERS (2012) EBOLA (2014). Dos de ellas por coronavirus y ahora (2020) la pandemia COVID-19, ocasionada por el coronavirus SARS-CoV-2. La globalización económica y comunicacional implica la movilización de gran cantidad de seres humanos. Un mundo científicamente y económicamente más desarrollado coexiste con un aumento de las desigualdades sociales y políticas, respecto a las existentes en los 50 años siguientes a la segunda guerra mundial.

El coronavirus llegó para quedarse entre los humanos. Los países más desarrollados deben contribuir al bienestar de la humanidad. Las naciones, en concierto, deben hacer el esfuerzo necesario para acortar la brecha entre los más y los menos favorecidos. Es necesario garantizar, a través de la OMS el acceso a medicamentos de alto costo, como vacunas y antivirales para los pueblos de las naciones menos desarrolladas. Los países menos desarrollados deben tomar conciencia de su gran responsabilidad.

Están obligados a construir sociedades auténticamente democráticas, sin corrupción y verdaderamente eficientes. Para ello, es necesario aumentar significativamente la inversión en salud pública, educación, cultura, ciencia y tecnología. Es muy importante practicar la resiliencia para garantizar un mundo más humano y equitativo.

 

UNION Y PROGRESO ANTE LA PANDEMIA COVID-19 EN VENEZUELA. https://youtu.be/7qVDBmOQCEo

¿Hay que posponer la vida por el coronavirus o aprender a "dormir con el enemigo"?. https://youtu.be/sSI7gPaet-s.

 

contrapunto_vzla. Punto a Favor con el Doctor y dirigente político Enrique Fermín. https://www.instagram.com/tv/CMNjFG_gLYv/?igshid=192pr75ltrixo.

 

Enrique Fermín. 04123271970. @EnriqueFerminM1. eferminjose@gmail.com.

Bibliografía:

1) Samuel K. Cohn, Jr. The Black Death: End of a Paradigm Author. The American Historical Review, Vol. 107, No. 3 (June 2002), pp. 703-738.

2) Mata S. Cómo el Ejército americano contagió al mundo la Gripe Española. Ed. Amanecer. Madrid. 2017. 3) Documentos RNE La pandemia de 1918la llamaron gripe española 09/08/18. https://www.rtve.es/alacarta/audios/documentos-rne/documentos-rne-pandemia-1918- llamaron-gripe-espanola-09-08-18/4490340/#

4) Farmacéuticos. Consejo General de Colegios Farmacéuticos. Marzo 2020, pag. 3.

5) J Travel Med. 2020. 27(2):1-4).

6) Ángel Garay. Disedentia.com. COVID-19: La misteriosa carga viral, 24/03/2020. https://disidentia.com/covid-19-la-misteriosa-carga-viral/

7) Strategy&PWC, 23 de marzo de 2020. https://www.anefhop.com/wpcontent/uploads/2020/03/Strategy-COVID-Lecciones-economicas-desde-China.pdf

8) BBC News, 01/04/2020. 8

9) Statista.com. https://es.statista.com/estadisticas/1104858/covid-19-perdidamonetaria-del-pib-mundial-por-escenari/

10) Thomas Piketty. El capital en el siglo XXI. Fondo de Cultura Económica. 2014.

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