jueves, 3 de octubre de 2019

Venezuela: De la Insurrección social (El Caracazo) y los Golpes de estado al populismo delirante. De aquellos errores a la mayor tragedia de un país en el Siglo XXI.


Del Caracazo: Insurrección social (27F y 28F 1989) y los Golpes de Estado: Insurrección militar (4F  y 27N 1992). Al Populismo delirante. De aquellos errores a este Monumental Fracaso.


Caracas 01/10/19.-  Un 27 y 28 de febrero del año 1989 empezó con un estallido social (El Caracazo) el proceso que conduciría a la destrucción de la institucionalidad democrática en Venezuela. Años de errores, complicidades y corruptelas previas de una clase política adormecida, soberbia, sorda al reclamo social y enquistado en un modelo económico parasitario, dependiente, se constituirían en el caldo de cultivo de todos los males que luego asolarían el país y lo llevarían al mayor desastre económico y político del siglo XXI. 


La Venezuela del siglo XX regodeándose en la sustitución de importaciones, cerrada a la creatividad y a la innovación tecnológica a pesar, paradójicamente, de ser una economía de consumidores compulsivo e irresponsable (está barato dame dos), con mercados controlados y regulados asfixiaron la economía y adormecieron la iniciativa privada y la productividad.


Con la excusa demagógica y populista “En defensa de los más Pobres”, anularon la capacidad productiva del país, congelaron precios, regalaron la gasolina y el gas, subsidiaron irresponsablemente gastos y servicios. Obviamente al disminuir el mana petrolero, el duro despertar y por supuesto incapaces de entender la gravedad de la crisis, se negaron a admitir sus culpas y errores como generadoras de ella. Se opusieron irresponsablemente a todo tipo de ajustes y a la generación de los cambios necesarios en las áreas económicas y políticas que permitieran resolver tan graves problemas.


Una legislación y un estado autárquico, clientelar, parasitario, atrasado, negado a la modernidad y a propiciar la real participación democrática. Con un modelo de estado que subsistía exclusivamente de la renta petrolera, en consecuencia negado a la competitividad y a la  globalización. Atado a la economía de puertos y a la sustitución de importaciones, al negocio fácil, asociada a sectores económicos ligados y habituados a la cultura rentista, poco productivos y abiertos al libre mercado, a la competencia creadora que, olvidaron sus principales deberes para con la gente, su trabajo, sus empresas, desarrollo de sus inversiones y lamentablemente se olvidaron de su propio país.

La Nación se vino a menos y se hacían necesarios importantes y significativos cambios. Privatizar, reformar el estado y resolver los equilibrios macroeconómicos, restituir el valor del Bolívar, dolarizar la economía, ya en esa época formaba parte importante del debate y la agenda corregir el grave problema de la fuga de capitales, de empresarios prósperos dueños de empresas quebradas, de las industrias virtuales y de maletín, donde era imprescindible solventar la aguda pobreza.  Carlos Andrés Pérez y su equipo de tecnócratas en su 2do mandato intento corregir los errores y transformar el rumbo de la política económica en el país, pero el peso de una cultura dispendiosa y facilista sería difícil de romper, odios, miopía, ambiciones desmedidas y resentimientos viscerales impedirían su desarrollo, el regreso de los cuarteles a la política harían el resto.


Estaba claro el  presagio de vuelta a los  tiempos malos del caudillismo militarista atrasado y violento, un 4 de febrero y un 27 noviembre de 1992, los golpes de estado y el pasado fracasado  regresarían de los cuarteles con su pesado fardo de resentimiento y violencia. Se le asesto un golpe mortal al debilitado y obeso  estado venezolano, pocos dolientes tenía para ese momento la institucionalidad democrática, un viejo líder de la democracia y creador del Pacto de punto fijo (Rafael Caldera) encabezaría el demagógico regreso a la Venezuela que ya no podía ser más al colapsar el modelo rentista y obligado por la dinámica complaciente de sectores económicos comprometidos con el ogro filantrópico y la corrrupción, facilitarían el camino que haría posible que las masas eligieran de manera delirante el caudillo que nos conduciría alegres al gran desastre nacional.

Ya los dados del destino corrían libre e impunemente, la caja de pandora se abriría con todas sus desgracias y los peores temores se harían realidad. El militar felón se abriría paso, las masa extasiadas clamaban por venganza, Plutócratas e intelectuales  de izquierda, viudos del estalinismo y del fracasado socialismo real le hacia el coro adulante al autócrata, el nuevo Nerón que incendiaria y asolaría el país en nombre de una pseudo revolución marxistoide, usando una palabrería de  fantasías, el flautista de Hamelín, sin ocultar sus fieras intenciones anunciaba el Armagedón contra la institucionalidad democrática, el capitalismo liberal y provisto  en una charada interminable y seductora propicio regreso del peor de los socialismos reales, e hizo posible el “auto suicidio” de una nación.


En el camino quedarían los llamados a la sensatez, la sindéresis y la inteligencia. Venezuela avanzaba feliz a su destrucción y los que intentaban, inútilmente, oponerse a los regresivos cambios, que solicitaron virar  el pérfido rumbo, clamaron en el desierto y sometidos al escarnio público, mientras las masas gritaban eufóricos y aplaudían frenéticamente las peores ocurrencias del caudillo militar, en el coliseo vociferaban échenles los políticos a los leones y aupando al autócrata acaben con los partidos y consagren la reelección indefinida.


30 años después del Caracazo y 27 años de los golpes, luego de padecer en los últimos 20 años el peor gobierno en toda la historia de la república  de Venezuela, el cual a pesar de haber recibido y obviamente dilapidado, los más grandes ingresos en toda la era de la explotación petrolera, mantiene sumido a la nación en la mayor tragedia económica - política – social de América Latina de los últimos 100 años, nos toca, ahora en una coyuntura más compleja y trágica, retomar los caminos abandonados en el año 1989 y empezar de nuevo el duro trayecto de regresas a Venezuela a la ruta de la modernidad y del siglo XXI. Ya el país había transitado la tragedia de ingresar tardíamente al siglo XX, ahora le corresponder igualmente un ingreso tardío al siglo XXI.


Reforma y Modernización del Estado.  Plan de ajustes Macro económicos.  Re activación Económica.  Agresivo Programa de Asistencia Social y Económica con apoyo internacional.  Modernizar y actualizar la Educación.  Re institucionalizar el país,  Re construir la Confianza y Alcanzar la Seguridad Jurídica. 


Angel Cacique.  caciquecatia@gmail.com.  @angelcacique. 04241685307 /021218621814.

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