Con Catia No Hay Quien Pueda. El precio del dólar lo fija el mercado.
Caracas 24/10/22.-
Catia. Tan cerca de Miraflores (el epicentro del poder en Venezuela) y tan
lejos de sus acciones. Siempre díscola, combativa, ante el olvido y la desidia
se empeña en sobrevivir, desarrollarse, hasta el punto que hoy pudiera con
derecho reclamar el derecho a ser considerada como una Zona Económica especial
y sí se tienen dudas la acción reciente de fijar, de comercializar y producir
en función del precio del dólar a su valor de transacción real es un buen
ejemplo.
Cuenta la leyenda que
fue fundada primero que la ciudad Santiago León de Caracas, por el conquistador
mestizo Francisco Fajardo al crear la Villa de Catia, esto lo fundamenta El
cronista de Caracas Guillermo Durand G. “El topónimo de Catia existía
mucho antes de la fundación de Santiago de León de Caracas por Diego de Losada.
Tan cierta es esta aseveración, que ya Francisco Fajardo en su segundo viaje de
conquista, había fundado un pueblo con el nombre de “Villa de Catia” en 1557
“…que determinó llamar de este modo porque éste era la designación que daban a
aquel lugar los indios comarcanos. De esto se infiere que el sitio de
Panecillo, donde Fajardo había dejado su gente y en donde había de fundar
pueblo, era la región que aún hoy día corresponde a la denominación de Catia”.
Precisa el Cronista
que “No debemos olvidar que el llamado Camino de Catia (1845) primero, y
el Ferrocarril Caracas-La Guaira (1883) después, la carretera vieja Caracas la
Guaira y luego la moderna Autopista Caracas La Guaira conectaba la capital de
la república con el puerto de la Guaira y el aeropuerto de Maiquetía,
principales puntos de entrada de insumos, mercancías y viajantes a Caracas”, la
construcción del sistema metro de Caracas (Y sus línea uno: Propatria, plaza
Venezuela, Palo Verde e interconexión con las líneas dos y tres y con
ellas a los trenes que sirven a los teques y los valles del Tuy), resolvieron
con la construcción de la Av. Sucre y la conexión con la Autopista Francisco
Fajardo el problema tradicional de interconexión de Catia con el resto de la
ciudad capital.
Comenta Guillermo
Durand. “Estas circunstancias sirvieron entonces como polo de atracción
del flujo migratorio campo-ciudad que se registrará a partir de 1935 por parte
de una población campesina que procuraba fuentes de trabajos más estables y
mejor remuneradas. Además, este hecho fue un atractivo incentivo para que se
establecieran en Catia fábricas que diversificaron las actividades económicas
existentes que comenzarán reclamar mano de obra barata y terrenos a bajo costo
para asentarse y así aprovechar la importante red vial conformada por la
autopista Caracas-La Guaira que la comunicaba con el puerto. Catia tuvo una
vida bohemia y cultural que atraía a caraqueños de otras partes”.
Complementa el
cronista Guillermo Durand “Es en este contexto que venimos describiendo
donde se operó un importante auge de concentración poblacional en la parroquia
Sucre, el cual asoma tímidamente en 1928 cuando se da inicio al ensanche de la
Avenida Sucre y la construcción de la urbanización Nueva Caracas y la red
matriz del acueducto. Pero la mayor intensificación urbanística de Catia, será
a partir de 1936 cuando comenzará a levantarse la urbanización Pro-Patria
(1941) diseñada por el arquitecto Carlos A. Guinand y el constructor José
Guevara; después vendrían otras como la Urdaneta (1946) con 1.354 apartamentos;
Francisco de Miranda (Casalta) con 768 del afamado Carlos R. Villanueva;
“Ciudad Tablitas” (1952) con 976 apartamentos, también de Villanueva y Celis”.
Comenta el Historiador
Guillermo Durand “Para los años ochenta del pasado siglo XX ya la
parroquia Sucre acusaba una preocupante densificación de su población puesto
que esos 10.093 habitantes que registró en 1936, acusarán cuarenta y cinco años
después (1981) 352.805 pobladores, lo que planteó la necesidad para ese
entonces de crear el proyecto de un nuevo municipio sólo para ese sector de la
ciudad”. Obviamente las clases políticas dominantes en Venezuela
siempre se han negado al desarrollo local sustentable, a la constitución de un
poder municipal protagónico, participativo, eficiente, el objetivo ha sido
siempre el fortalecer al ogro filantrópico, el estado omnipotente.
“La parroquia Sucre,
mejor conocida como Catia, es la segunda más grande del municipio Libertador, y
también la más habitada: se estima que hay 750.000 personas, de acuerdo con los
datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y de los Comités Locales de
Abastecimiento y Producción (Clap). Entre las décadas de 1940 y 1950 eran 23
urbanizaciones construidas sobre montañas verdes que ahora están ocupadas por
más de 200 barrios”.
Pero años de olvido, de desidia oficial, políticas públicas y económicas desacertadas que, llevaron al pujante sector productivo, comercial, empresarial de Catia (Parroquia Sucre) al borde, (cómo a Maracaibo abandonada y sin un real), pero Los emprendedores, empresarios, trabajadores, ciudadanos a pesar de las sistemáticas políticas de destrucción y olvido han logrado no sólo sobrevivir, sino que han convertido a Catia en una opción de desarrollo y de potencialidades económicas, en punto de convergencia de inversionistas criollos y extranjeros que entienden de su enorme potencialidad y le apuestan a su desarrollo a pesar de la evidente debacle nacional y aspiran no ser más una burbuja dentro de la burbuja en que se ha convertido la capital de la república.
(2. https://elpitazo.net/gran-caracas/catia-una-forma-de-identidad-para-quienes-la-habitan/)
Angel Cacique. @angelcacique, caciquecatia@gmail.com. 02128621814 / 04242168530
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