martes, 22 de enero de 2013

55 Años despuès. Por Quièn Doblan Las Campanas



55 años después. Por Quién Doblan Las Campanas

El 23 de Enero. Murió una Era. Nació Otra


Caracas. 22/01/13.- Corrían los estertores del último año. El silencio  recorría tembloroso valles y montañas. El miedo y la fatiga atenazaban los adoloridos músculos luego del esfuerzo fallido. Las pesadas cadenas de la noche impedían otear con claridad el horizonte.  Con poca luz y mala brisa eran pocos los que se atrevían a fijar rumbo claro en un mar Caribe infectado de esbirros y soplones. Todo parecía consumado y el régimen creía, se eternizaría muchos años más en el poder. Había ganado cómodamente las últimas elecciones, la oposición languidecía en las mazmorras, en el exilio, en la anomia rumiando sus pasadas derrotas, auto lacerándose por sus errores, disputándose cual borrachos la última gota de una botella vacía. Todo parecía perdido.

Pero, lentamente la luz y la verdad encontraría la ruta de regreso, tímidamente la libertad abriría nuevos causes. Saliendo lentamente de las entrañas del monstruo valientes oficiales indignados por la corrupción, las tropelías, la censura y el abuso permanente tocaban puertas, solicitaban apoyo para enrumbar al país por la senda de la libertad, el bienestar y el progreso para todos. Desde los púlpitos se clamaba por la paz, el dialogo y la reconciliación. Los cancerberos del régimen se preguntaban con sorna”Cuantos batallones tiene el Papa” para despreciar con sectaria indiferencia los llamados a construir un mejor país.

La fuerza telúrica de los indignados se desplegó con inusitada rapidez, el gigante de pies de barro disfrutaba plácidamente de su opípara orgia, los buenos vinos y  el añejo adormecían aún más sus sentidos. Solo atinaba y quería oír  loas y elogios, aplausos y vítores. Cual Narciso se regodeaba sensualmente frente al espejo, queriendo ver solo la lozana imagen del Dorian Grey  en que se había convertido, en el fondo se ocultaba la dura realidad, el feo monstruo en que se había transmutado. Cuando helicópteros y aviones surcaban raudamente los aires y los pesados tanques se abrían paso por calles y avenidas. Cuando plumas y palabras, prensas e imprentas se arrancaban la mordaza para gritar con fuerza sus ansias de democracia y libertad. Cuando desde todos los rincones se alzaban voces de protesta y cuando la ira del pueblo comenzó a rugir, los esbirros y testaferros del régimen comenzaron desesperadamente a huir.

El autócrata sorprendido no atinaba a entender lo que ocurría, sus secuaces corrían presurosos a asaltar lo que quedaba del botín, sus antiguos amigotes ya no respondían sus llamadas, desesperado pidió lo dejaran irse a la Isla de sus sueños con algunos recuerdos familiares y pesadamente despego de la Carlota en su avión “La Vaca Sagrada”. Atrás dejo una era para el dolor y el olvido.

El 23 de Enero, lo que parecía imposible pocos meses atrás se lograba. La Democracia y la Libertad encontraron fuerzas para emerger del propio seno del régimen, el peligroso y audaz esfuerzo de la resistencia había logrado sus frutos. Pero no todo estaba concluido, no se trataba solo de un cambio de forma, de un “quítate tú para ponerme yo” había que ir al fondo y se firmo un pacto de gobernabilidad, un acuerdo a largo plazo para comprometerse a que la unidad conseguida no fuera flor de un día, para garantizar que las gotas de petróleo llegaran a todos, que la justicia brillaría y seria garantía de respeto de los derechos humanos para los venezolanos. Consenso que legaría una constitución garante de lo que tanto había costado conquistar. Acuerdo de caballeros para no olvidar al pueblo que había dado su vida en la lucha por conquistar la libertad.

El 23 de Enero del año 1958 murió una era de oprobio, finalizo un periodo que había conculcado libertades y derechos. Que convirtió al estado en un rehén de los caprichos personales del autócrata. Que manejo y derrocho los recursos de todos los venezolanos solo para satisfacer su vanidad y ansias de poder. Que esclavizo generaciones solo para construir pirámides y monolitos que eternizaran su ego. Pero, nació una nueva era de compromisos, esperanzas y sueños, de errores y aciertos. Y es a eso que le temen los tiranos de ayer, de hoy y de siempre: 

Alternabilidad en el gobierno. Transparencia y equidad en el manejo de los recursos. Equilibrio de Poderes. Descentralización y federalismo. Respeto a los Derechos Humanos. Igualdad ante la Ley. Educación de calidad para todos. Libertad de información y comunicación. Garantías de elecciones libres y secretas. Dialogo, paz y reconciliación. Respeto a la propiedad y al esfuerzo creador. Trabajo y bienestar para todos. 

UNIDAD Y EL FUTURO SERÀ NUESTRO

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